La
Guadalupana, que da Fe del Amor de María a México y el
Mundo
Una
de las ponencias que impactaron mayormente en el ánimo de los
asistentes en el segundo día del Foro Internacional Fe y Ciencia
"Creo para comprender" que se realiza en la Universidad Autónoma
de Guadalajara; fue la titulada "El misterio de La Guadalupana",
comentada por Mons. Dr. Oscar Sánchez Barba.
El análisis
científico realizado por prestigiosas instituciones a la efigie
de Nuestra Señora de Guadalupe en la tilma de Juan Diego, arrojó
resultados sorprendentes ,extraordinarios que, mirados bajo la visión
tecnocientífica, no tienen explicación alguna, razón
por la cual dicha conferencia tuvo lugar en este Foro.
Mons. Dr Oscar Barba
Sánchez, señaló que el verdadero milagro radica
en los diversos hechos que rodearon ese suceso trascendental que sirvió
para reforzar la evangelización de los indios, así como
la adecuación de la Santísima Virgen a la cultura del
pueblo mexicano.
Señaló que uno de los acontecimientos que envolvió
a este Milagro fue la crisis que se vivía en esa época,
como las luchas entre los pueblos indígenas y con los españoles,
siendo la aparición de la Virgen un hecho propicio para bendecir
al pueblo de México e introducir la religión en momentos
tan difíciles.
Indicó que
la Señora del Cielo, utilizó la sencilla pero profunda
filosofía mexica para comunicarse con su pueblo, basada en símbolos
como los flores y el canto de los pájaros que enmarcaron su encuentro
con Juan Diego.
Comentó que otra de las delicadezas que tuvo para con el humilde
indígena fue el comunicarse en su idioma náhuatl y bajo
la imagen materna que tanto veneraban; hechos que son, entre otros,
considerados para darle el título de la Evangelizadora más
Grande.
Al referirse a algunos
de los datos más importantes que han sido demostrados de manera
científica y que refutan los argumentos de los escépticos
del testimonio dejado en la tilma de Juan Diego; explicó, que
es precisamente el hecho de que el paso de los siglos no han perjudicado
el objeto en que se plasmó el cual es también identidad
de las raíces de los mexicanos.
Asímismo
se han demostrado que los signos que dejo en su efigie no son por casualidad
sino que son testimonios comprobables de aquellas apariciones en las
cuales quería demostrar su amor a México y a América.
Entre estos signos
señaló, se encuentran las estrellas que forman las constelaciones
que sólo se pueden apreciar las madrugadas de invierno en el
Tepeyac y a las 10:40 a.m. que es la hora en que presenta su tilma Juan
Diego al Obispo Juan de Zumárraga.
Un signo claro de
que esta imagen no es pintada por manohumana,
dijo, es la costura burda hecha por el dueño del manto y que
lo atraviesa a lo largo, por lo cual no hubiera sido utilizado para
plasmar en él una imagen hecha por un magnífico pintor.
De la misma forma
existe la evidencia de estudiosos que en esta imagen la Virgen está
embarazada lo cual se puede percibir a simple vista y es recalcado por
el moño color violeta que lleva ceñida a la cintura que
era utilizado también por las mujeres nahuatlacas en señal
de preñez.
De la misma forma hizo referencia a un gran número de signos,
datos encontrados en esta imagen de dan un mensaje concreto de su aparición,
al igual que diversos documentos que dan fe de este hecho que el Beato
Juan Diego vivió.
Mons. Sánchez
Barba lamentó la postura que consideró erronea de el ex
abad de la Basílica de Guadalupe Mons. Guillermo Shulemburg y
sus allegados quienes dijo quisieron entorpecer la cononización
del Indio Juan Diego. Djjo que sus afirmaciones no tienen ninguna prueba
histórica yconsideró que es un acto de deslealtad que
después de 36 años de permenencia en la Basílica
de Guadalupe hayan tomado esa postura y dijo que los antiaparicionistas
no querían la canonización del indio Juan Diego por racismo
y menosprecio de la cultura indígena mexicana y por la amargura
de una vida mediocremente llevada.
Finalmente hizo
referencia a un mensaje del Cardenal Norberto Rivera Carrera, Obispo
Primado de México; en el que testifica este trascendente milagro
que sirve para reforzar nuestra fe.