RELATORIA
Fecha:
3/Octubre/2003 Hora: 9:00 – 10:45
Tema: Conferencia Magistral: “Hambre
y Sed de Belleza”
Expositor: Dr. Jorge Norberto Ferro
Relatores: Dr. Silviano Hernández González,
Lic. Cristina Ruiz de Hernández |
Dios
es “El que Es”: Verdad, Bondad y Belleza
suma, absolutas, y ese Ser Divino y sus características
se reflejan en sus obras: el hombre y la Creación
entera, especialmente en el alma humana, que aspira,
desea, anhela encontrarse con la fuente de la
verdad y busca e investiga la verdad, que ama
lo bueno y repudia lo malo y se extasía
en la contemplación de lo bello.
Dios
es Uno, indisoluble y Verdad, Bondad y Belleza
en Dios y en los reflejos de Él en la Creación
no pueden separarse: lo verdadero es bueno y bello,
lo bueno es verdadero y bueno y lo hermoso es
verdadero y bueno. Así por antítesis
lo falso es malo y feo, lo malo es falso y feo
y lo feo es falso y malo en sus características
intrínsecas.
En
el caso que nos ocupa del “Hambre y Sed
de Belleza”, lo entendemos como el impulso
normal del alma humana recta para encontrarse
con su Creador y contemplarlo.
La
belleza no puede desvincularse de Dios, o en palabras
de Alberto Boixadós: “carece de sentido
desvinculada de la verdad metafísica”.
En ese orden de cosas el ateísmo y el antiteísmo
solamente pueden producir mentira, maldad y fealdad.
La
eliminación filosófica y práctica
de Dios por el rechazo de la verdad objetiva y
por el inmanentismo han conducido al caos: al
caos ideológico, al caos social y al caos
estético, produciendo manifestaciones pseudo
artísticas.
El
artista que no se liga al orden del ser solamente
puede reflejar el desorden infernal, la destrucción
de la imagen de lo creado, incluyendo al hombre
entendido como ser a “imagen y semejanza
de Dios”
El
hombre común piensa que el arte moderno
busca nuevas expresiones de lo bello, cuando no
es así; el llamado arte moderno es anti
arte, tiende a lo inorgánico en oposición
a lo organizado a lo caótico en oposición
al orden y lo jerárquico y tiende a lo
deshumanizado en oposición a lo verdaderamente
humano, que se religa a Dios.
Los
principales hacedores del anti arte moderno no
piensan en su actividad como instrumento para
representar o comunicar belleza, sino en la actividad
artística como instrumento ideológico
de guerra contenciosa para destruir el orden y
lo bello, en rebeldía contra la armonía
cósmica.
La
pretensión es que una vez aceptados los
cánones desintegradores de la estética,
se acepte la mentira y bajo pretexto de una nueva
estética estructurar una sociedad con nuevas
normas.
La subversión no es solamente terrorismo
y violencia física, sino una corrosión
de la vida espiritual, del pensamiento y del sentido
religioso y trascendente de la existencia.
En
el mundo actual el hombre es un ser depauperado,
especialmente de lo bello y manifiesta “Hambre
y Sed de Belleza”, que sólo podrá
ser colmada intemporal y cabalmente en la eterna
contemplación de Dios o satisfecha temporalmente
en un orden cristiano en que se reflejen y se
vivan los valores divinos.
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