Santa
Misa, la Contemplación del Mismo Cristo
Por
Rosalinda Zuarth Herrera
“La
Santa Misa es la Última Cena y la Cruz sacramentalmente
celebradas”, aseguró el R.P. Armando
Díaz durante la conferencia “La Santa
Misa: Los Gestos Litúrgicos”, celebrada
dentro del marco del Foro Internacional Fe y Ciencia
organizado por la Universidad Autónoma de Guadalajara
(UAG) y que en ésta, su cuarta edición,
lleva el nombre de “Sagrada Eucaristía
y Virgen María”.
Durante esta santa celebración
contemplamos al mismo Cristo, que no solamente se
encarna, haciéndose hombre sin dejar de ser
Dios, sino que se nos ofrece como el Alimento que
nos diviniza y cristifica. La Santa Misa es el mismo
e idéntico sacrificio de Cristo en la Cruz,
realizado de manera incruenta, se nos presenta para
que nos elevemos, mediante la contemplación,
de lo invisible a lo visible. Asistir a la Misa es
estar a los pies de Cristo crucificado en el Calvario.
El expositor hizo referencia durante
su charla a una reflexión de San Leonardo de
Porto Mauricio, que manifiesta que este santo ritual
es “el sol del mundo Cristiano, el alma de la
fe, el centro de la religión católica,
hacia la cual convergen todos los ritos, todas las
ceremonias y todos los sacramentos, en una palabra,
es el conjunto de todo lo bueno, de todo lo bello
que hay en la Iglesia de Dios”.
Además el religioso argentino
afirmó que, “es necesario entrar por
la fe a este Banquete de los ángeles, maná
escogido, y descubrir bajo los velos sacros del misterio
los gestos litúrgicos” .
Los
gestos sacerdotales, durante la misa nos llevan al
mismo Cristo, por esto la Santa Misa, según
San Vicente Ferrer, es la obra de mayor contemplación.
Este Santo Sacrificio, ya tan grande por “El
que lo ofrece, y por Quien es ofrecido, renueva todos
los prodigios de la vida del Salvador, y viene a ser
cada día como la historia solemne de sus misterios
y de su doctrina”.
San Vicente Ferrer, en un precioso
Tratado, en el que recorre todos los misterios de
la vida de Cristo a través de la Santa Misa.
Nos dice que, “la primera obra que nuestro Maestro
y Salvador Jesucristo, hizo en este mundo, fue su
gran y maravillosa obra de la Encarnación.
Bajando del Cielo penetró en el vientre virginal
de la Virgen María... esta obra maravillosa
se recuerda y representa en la Misa Solemne cuando
el sacerdote entra en la sacristía”.
Cada gesto del Sacerdote en la Santa
Misa nos lleva a Cristo en su obra redentora, que
abarca desde la Encarnación, su muerte y resurrección
y ascensión al Cielo, por el bien de todas
las almas y dando gloria a su Padre en el Espíritu
Santo.
Para
finalizar su ponencia, el Reverendo Padre Díaz
manifestó que este tema es para descubrir el
sentido más profundo del misterio de los misterios,
que es la Santa Misa, y es para evitar lo rutinario,
la tibieza de nuestra participación; y por
otro lado, para alejarnos de toda mundanización
y secularización en la que se cae cuando no
se busca el sentido Sacro, Solemne y Profundo que
nos da Cristo en la Santa Misa.
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