La Virgen María, Mediadora, Modelo y Madre

Por Rafael Lozornio Barragán

La relación que tiene la Virgen María, con la familia y la Patria, fue explicada por el Dr. Antonio Caponnetto, originario de Argentina e investigador - científico y docente de Filosofía en los Postgrados de la Universidad Autónoma de Guadalajara, como cierre final de las conferencias del Foro Internacional Fe y Ciencia 2004 que organizó la UAG.

De modos diversos y complementarios, la Virgen María se presenta ligada a nosotros, mencionó el Dr. Caponnetto, a nuestras familias y a nuestras naciones.

Mencionó que San Luis María Grignon de Montfort, ha dicho a su vez que la devoción mariana “está profundamente radicada en el misterio trinitario”. No sólo lo está en el Origen, también lo estará al final, cuando sean “renovadas todas las cosas” (Apo. 21,5), ya que esa nueva creación consistirá en la reunión del mundo con la Trinidad. Afirmó que, aquello que enseñaban los Santos Padres, de que la Sagrada Familia es figura de la Santa Trinidad, y que la Sagrada Familia es modelo de todo hogar humano, pues entonces María, corazón de esa familia sacra, no puede sino presentársenos como arquetipo de amor conyugal, filial y materno.

Destacó que en tanto María Virgen, que vivió en un tiempo y en un espacio concreto, tuvo una vida terrena ejemplar, jalonada de misterios, de milagros y de gracia. Todo lo que Ella hace durante esa vida terrena, y todo lo que Dios hace con Ella, la convierten en un ejemplo y en una guía para los hogares de hoy. Invitó a contemplar el santo y dulce nombre de María, más dulce a la boca que la miel como señala San Antonio de Padua “... y descubriremos sus profundos significados: Señora y Soberana, Estrella del Mar. Por eso conduce a buen puerto, socorre en el naufragio y guía a los que están embarcados”. Exhortó a que “Contemplemos su crianza y juventud, ordenada a servir y a obedecer, a abandonarse a la Providencia Divina; y comprenderemos la importancia de cumplir humildemente con nuestros deberes de estado. Contemplemos asimismo su noviazgo castísimo, sus posteriores nupcias con José, y gozaremos advirtiendo la plenitud de la feminidad, el don de la indisolubilidad del matrimonio, el testimonio irrecusable de que la plena realización de la mujer está en el universo de su casa”. De igual forma invitó a ver a la Virgen María como a Nuestra Señora del Buen Parto, puesto que su maternidad no fue aparente, como decían los herejes docetistas, sino real, como lo ratificó el Concilio de Efeso.

Manifestó que María Santísima se une a las patrias y familias, por medio de sus títulos. Su Inmaculada Concepción recuerda que, así como Dios eligió su casa y la quiso pura, pura y limpia hemos de tener la nuestra, libre de toda contaminación espiritual. Su virginidad perpetua , continuó el Dr. Caponnetto, dará ánimos para educar a nuestros hijos en la reivindicación de la castidad. Su condición corredentora llevará al primer acto de su corredención, cuando visitó a su prima Santa Isabel, y el niño que ella llevaba en su seno, saltó de gozo al descubrir su presencia. Así hemos de saltar de gozo con cada presencia mariana. Su asunción en cuerpo y alma a las alturas, nos tiene que elevar y rescatar del oprobio, “como perfecta piedra imán al cielo”, canta Fray Luis de León.

Subrayó que la Virgen está y debe seguir estando unida a las naciones hispanoamericanas, como lo quisieron los padres fundadores de la estirpe. De hecho, muchas son las advocaciones marianas que han quedado asentadas en el pueblo fiel, a lo largo y a lo ancho de toda la geografía continental. Para entenderlo aquí, en México, basta volver la vista, desde cualquier ángulo territorial en que nos hallemos, hacia el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.

 

<< Inicio | Programa | Subir