Relatoría
EL MENSAJE DE FÁTIMA, OTRAS APARICIONES DE LA VIRGEN MARÍA Y LAS FALSAS APARICIONES

Fecha: Sábado 9 de Octubre
Hora: 16:00 hrs.
Conferencia: El Mensaje de Fátima, otras Apariciones de la Virgen María y las Falsas Apariciones
Expositor: Sra. María Delia Buisel de Sequeiros
Moderador: Lic. Juan José Leaño Espinosa
Relatores: Lic. Sofía Villavicencio Márquez, Lic. Ma. Elena Beltrán Rojas

a) La Revelación pública, canónica y oficial de la Iglesia está constituida por las Sagradas Escrituras. Es el magisterio de la Iglesia que con su autoridad determina entre numerosísimos escritos cuáles son auténticos y cuáles no. Esta Revelación va desde el Génesis al Apocalipsis y se centra en la Venida de Cristo anunciada en el Antiguo Testamento, concretada en el Nuevo Testamento y cerrada con su segunda venida para el Juicio Final.

b) Las Revelaciones privadas son las que la Providencia concede a ciertas almas privilegiadas, concediéndole a veces profecías que complementan las de las Sagradas Escrituras o tienden a enderezar el curso desviado de la historia. La Revelación privada se caracteriza porque el vidente tiene una condición de humildad y obediencia, la Revelación es homogénea y coherente y admite la libertad del hombre.

La Revelación de Fátima, que cumple los requisitos fijados por el Magisterio de la Iglesia, se encuadra dentro de las revelaciones privadas que se insertan entre ambas venidas de Nuestro Señor Jesucristo.

Seis apariciones del Ángel de Portugal en 1915 y 1916 precedieron a las seis de la Santísima Virgen entre el 13 de Mayo y el 13 de Octubre de 1917. Las seis son graduales, pero hay dos que se destacan: la del 13 de Julio y la última del 13 de Octubre; esta última por el milagro de la danza y caída del sol visto por más de 70,000 personas y la del 13 de Julio por haberles confiado a los tres pastores un secreto que no podían revelar, salvo a Francisco, que sólo veía pero no oía ni hablaba, hasta que Nuestra Señora les ordenara.

En 1941 Lucía escribe por pedido de sus superiores la III y IV Memoria, de un total posterior de seis hasta el día de hoy. En la III Memoria revela la primera y la segunda parte del secreto que reitera en la cuarta con un añadido: “en Portugal se conservará siempre el Dogma de la Fe (o dogema da fe)”, etc.; subrayamos el etc., porque con él Sor Lucía parece indicar la continuidad del discurso Mariano que todavía no puede adelantar. Luego, en 1944, escribe la tercera parte del

Secreto que confía a su obispo, pidiéndole que la leyera y la difundiera, lo que Monseñor da Silva no hizo, por lo que Lucía le fijó por escrito dos fechas posibles de apertura: la de su muerte o 1960, lo que ocurriera primero, pero ninguna de las dos se dio. En 1957, escritos de Sor Lucía, incluido el Secreto, pasaron todos al Santo Oficio, hoy Congregación para la Doctrina de la Fe, donde permanecieron hasta el 26 de junio del 2000 (fecha en que el Vaticano lo reveló).

Resumiendo: las 3 partes constituyen una unidad armoniosa y concisa cuyos contenidos se presentan así:

Primera parte. Visión del infierno en las almas condenadas de los pecadores, porque muchos no tienen quien rece por ellos. El remedio propuesto es la devoción al Corazón Inmaculado de María.

Segunda parte. Anuncios proféticos: fin de la Primera Guerra Mundial y comienzo de la Segunda, si no se deja de ofender a Dios. Anuncio de la noche iluminada por una lumbre desconocida, signo precursor de la Segunda Guerra Mundial, secuela de guerras, hambres, persecuciones, martirio de cristianos y sufrimiento del Papa. El remedio propuesto es la consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María y la devoción de los cinco primeros sábados de mes para desagraviar a la Virgen bajo las siguientes condiciones: Confesión, asistencia a Misa, Comunión, rezo del Rosario, acompañar a la Virgen en sus dolores y declarar la intención al sacerdote.

Tercera parte. En Portugal se conservará siempre el Dogma de la Fe.

Visión del ángel con espada flamígera que clama “¡Penitencia, penitencia, penitencia!”. La Virgen contiene con el resplandor de su mano su accionar. Visión del obispo vestido de blanco, que era el Santo Padre. Subida de éste a la cima de una montaña con paso vacilante seguido de religiosos de todas jerarquías y con laicos de todo nivel, que al llegar a la cima donde está la Cruz mueren; el Papa primero por tiros y flechas, después de atravesar una ciudad a medias y en ruinas llena de cadáveres. Dos ángeles a cada lado de la Cruz recogen la sangre de los mártires y rocían las almas que se acercaban a Dios.

Esta tercera parte del Secreto, de carácter simbólico, se ha dado a conocer con un “intento de explicación oficial” por parte de los cardenales Sodano y Ratzinger y Mons. Bertone. Según éstos, el Secreto se reduce a la lucha de los sistemas ateos contra los cristianos y la Iglesia conducida por los Papas del siglo XX; identifica al obispo vestido de blanco y que sube la montaña “cayendo como muerto” con Juan Pablo II. Esta interpretación la ha hecho el Papa de sí mismo después del atentado de 1981.

En suma, la interpretación oficial confirma la tercera parte al pasado como una profecía cumplida. Así las cosas, todo está dicho; no ocurre nada más, ni ocurrirá.

Esta explicación no conformó totalmente ni a clérigos ni a laicos, por lo que se dieron otras interpretaciones distintas a la oficial que están abiertas a una profecía que todavía no se ha cumplido y que los símbolos de dicha visión pueden tener otro valor.

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